Últimamente no paro de ver artículos y reportajes sobre el emprendimiento y como triunfar emprendiendo, como si emprender fuese garantía de éxito. Pero muy pocos hablan de sus sombras o simplemente de sus particularidades. Emprender te cambiará la vida, eso seguro, pero, ¿cómo?. De eso te quiero hablar en este post.

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Hace ya más de 7 años que decidí emprender y trabajar por mi cuenta. Por aquella época aún no se oía hablar tanto del concepto emprender ni estaba tan extendido.

Me vino un poco dado ya que acabe de trabajar en una empresa en la que no me valoraban y hacía más horas que un reloj. El trabajo que empecé con 25 años con toda la ilusión y emoción del mundo acabo quemándome por completo en solo dos años.

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Así que, cuando me vi en el paro decidí que en lugar de buscar otro trabajo que seguramente fuera muy similar al anterior (aún estábamos en plena crisis económica y la explotación era muy común), sería mucho mejor montar mi propio negocio de diseño y hacerme autónoma.

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No os voy a negar que al principio estaba llena de inseguridades y muerta de miedo. Tenía el síndrome de la impostora a flor de piel y la labor comercial me costaba un mundo. Estar en un coworking trabajando con más gente como yo, me ayudo mucho a confiar más en mi, a verme como la profesional que era y a darlo todo en los meses más duros.

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Los principios son duros, emprender no es fácil en absoluto, aunque si enormemente gratificante, al menos en mi caso.

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La parte buena es ser tu propio jefe, ponerte tus horarios, trabajar en lo que te gusta, no tener techo y poder crecer gracias a tus logros, sin pedir permiso. Ser el dueño de tu vida y poder acoplar tu trabajo a tu vida y no al revés.

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La parte mala es quizá aprender a vivir con la incertidumbre, convertirte en comercial, contable, community manager y hasta coach. Saber que cada mes tienes que currártelo al máximo y que el primer año tienes que currar como si no hubiese un mañana.

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Muchos me preguntan si compensa y mi respuesta es siempre un SI rotundo. A pesar de haber tenido momentos duros al principio, para mi ha compensado siempre. Pero también reconozco que cada persona es diferente.

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Yo soy una persona inquieta, ambiciosa, amante de mi trabajo que siempre quiero tener nuevos retos. En una empresa me ahogo, repitiendo siempre las mismas tareas, llevando un horario rígido, comiendo de tupper y perdiendo horas de mi vida en ir y volver a la oficina. Eso, si además no tienes un mal ambiente de trabajo o simplemente no estás alineado con los valores de la empresa.

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Para mi la libertad es sumamente importante. Ahora el techo me lo pongo yo. Sé que puedo crecer año tras año, ofrecer nuevos servicios, gestionar mis días libres, ausentarme para ir al médico sin dar explicaciones, trabajar en proyectos diferentes que me apasionen y comer en casa todos los días!.

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Por todas estas y más muchas razones emprender te cambiará la vida. De repente serás el capitán de tu barco, tendrás más responsabilidades, tendrás que tener mucha fuerza de voluntad para trabajar todos los días sin nadie que te vigile, tendrás que ser constante y no rendirte, aprender a venderte, ser productivo… y la recompensa será tu libertad.

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Hoy en día, pasados más de 8 años desde que me hice autónoma, miro atrás y me siento orgullosa de todo el camino recorrido. Y miró adelante y sigo teniendo una larga lista de nuevos objetivos, retos, sueños y muchas ganas de aprender.

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En todos estos años he tenido buenas ofertas de empresas que me han ofrecido un puesto de diseñadora senior o responsable en marketing. Pero siempre he preferido rechazarlas porque sé que ya no sería feliz con esa vida. Una vez emprendes es muy difícil volver atrás.

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Con todo esto no te intento convencer de que tú también emprendas. Quiero que conozcas los pros y contras para que si lo estás valorando sepas colocar todo en la balanza y entender qué es mejor para ti.

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Emprender puede ser una de las mayores aventuras de tu vida 😉

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